Muchos han criticado el hecho de clasificar al concurso Caza de letras como un reality show, ya que de inmediato adquiere un sentido despectivo al relacionársele con los programas televisivos que ostentan tal etiqueta. Sin embargo, la importancia de entrar a la página a cualquier hora del día, leer los textos de los 12 participantes y ver cómo resolvieron el reto, radica en que damos pistas a los talleristas y a los alumnos para indicarles quiénes han salido mejor librados y cómo podrían ayudar a quienes les ha faltado enfocarse en determinado asunto.
Aquí el segundo ejercicio y mi respuesta:
Este ejercicio consiste en escribir, en un párrafo de hasta 400 caracteres incluyendo espacios, la descripción de un paisaje cualquiera como la haría un personaje a quien acaba de diagnosticársele una enfermedad terminal. Es importante no mencionar la enfermedad ni ningún dato concreto del personaje: sólo la descripción, afectada como estaría por el estado de ánimo de quien la hace.
Los relámpagos iluminan la madrugada brumosa. El pavimento húmedo exhala vapor que flota al ras del suelo; sin luna, sólo luces ambarinas se reflejan en los charcos. Las plantas sobre la banqueta liberan aromas dulces que compiten con el olor del pasto y la tierra mojada. El frío afloja tu flujo nasal haciéndolo escurrir hasta los labios, pero en vez de papel, lo limpias con la lengua y degustas su sabor.
lunes, mayo 21, 2007
A la Caza de Letras
Si bien no pudo ser más amplia la selección de participantes y no están todos los que quisieran, una buena opción es integrarse de manera alterna a http://www.cazadeletras.unam.mx/, concurso que se lleva a cabo desde hace dos semanas, me parece, y cuyos resultados han sido textos intensos, polémicos, algunos más poéticos que narrativos y otros un poco desangelados.
Hasta ahora los ejercicios han sido un verdadero reto para cumplir con ellos al pie de la letra, lo cual se nota en los comentarios realizados por el público lector y los talleristas. También es fácil corroborarlo si se intenta seguir las instrucciones con un texto propio, y que es, a mi manera de ver, una forma de entender mejor a los concursantes y juzgar su trabajo. Por ello propongo estar al tanto de lo que ocurre ahí (se participa leyendo y comentando) y responder a los ejercicios, como en el juego, cada quien en su blog y estar pendientes de las anotaciones que cualquier lector esté dispuesto a hacer, de preferencia, de manera constructiva. Si se puede seguir el ritmo de horarios de entrega, mejor. (A partir de ahora puede hacerse con el tercer ejercicio, pues los dos primeros ya están siendo evaluados)
A continuación traslado el primer ejercicio y mis respuestas.
Elige un espacio cerrado (cafetería, habitación, vagón de metro, etcétera) y descríbelo en 700 caracteres incluyendo espacios. Haz lo mismo con un espacio abierto (playa, parque, calle, etc.). Haz que tu lector se sienta allí y que su estado de ánimo esté a tono con el lugar.
I. Espacio Abierto
El viento cada vez más intenso sacude las láminas de acrílico superpuestas en las jaulas donde cuelga la ropa; el golpeteo anuncia que en cualquier momento saldrán volando las láminas o las jaulas enteras. El piso está cubierto de impermeabilizante color ladrillo cuya superficie craquelada evidencia la constante humedad, resequedad y contacto con detergentes a los que está expuesto. A veces el olor del suavizante neutraliza el del orín o caca de las mascotas que no salen al parque. Cuando el cielo está claro, desde aquí se ven volcanes, cerros que rodean la ciudad y pedazos de ciudad que invaden cerros. Imposible no mirar el despliegue de colores con los que el sol se despide de las nubes al atardecer.
II. Espacio Cerrado
Un plástico negro y grueso de cinco por tres metros cubre las losetas de cerámica para evitar que éstas se manchen de óleo o acrílico. Las amplias ventanas dejan entrar la luz del sol filtrada por las nubes. En un rincón se amontonan varillas de paraguas, pedazos de periódico, estopa y papeles limpios. Papeles húmedos de acuarela y barniz yacen en el suelo junto a latas contenedoras de pinceles, brochas, lápices y marcadores de cera. Un lienzo de loneta recién clavado al bastidor está a punto de ser encolado; la mezcla de esencia de clavo y cola de conejo emana un aroma que tardará dos días en desaparecer.
Hasta ahora los ejercicios han sido un verdadero reto para cumplir con ellos al pie de la letra, lo cual se nota en los comentarios realizados por el público lector y los talleristas. También es fácil corroborarlo si se intenta seguir las instrucciones con un texto propio, y que es, a mi manera de ver, una forma de entender mejor a los concursantes y juzgar su trabajo. Por ello propongo estar al tanto de lo que ocurre ahí (se participa leyendo y comentando) y responder a los ejercicios, como en el juego, cada quien en su blog y estar pendientes de las anotaciones que cualquier lector esté dispuesto a hacer, de preferencia, de manera constructiva. Si se puede seguir el ritmo de horarios de entrega, mejor. (A partir de ahora puede hacerse con el tercer ejercicio, pues los dos primeros ya están siendo evaluados)
A continuación traslado el primer ejercicio y mis respuestas.
Elige un espacio cerrado (cafetería, habitación, vagón de metro, etcétera) y descríbelo en 700 caracteres incluyendo espacios. Haz lo mismo con un espacio abierto (playa, parque, calle, etc.). Haz que tu lector se sienta allí y que su estado de ánimo esté a tono con el lugar.
I. Espacio Abierto
El viento cada vez más intenso sacude las láminas de acrílico superpuestas en las jaulas donde cuelga la ropa; el golpeteo anuncia que en cualquier momento saldrán volando las láminas o las jaulas enteras. El piso está cubierto de impermeabilizante color ladrillo cuya superficie craquelada evidencia la constante humedad, resequedad y contacto con detergentes a los que está expuesto. A veces el olor del suavizante neutraliza el del orín o caca de las mascotas que no salen al parque. Cuando el cielo está claro, desde aquí se ven volcanes, cerros que rodean la ciudad y pedazos de ciudad que invaden cerros. Imposible no mirar el despliegue de colores con los que el sol se despide de las nubes al atardecer.
II. Espacio Cerrado
Un plástico negro y grueso de cinco por tres metros cubre las losetas de cerámica para evitar que éstas se manchen de óleo o acrílico. Las amplias ventanas dejan entrar la luz del sol filtrada por las nubes. En un rincón se amontonan varillas de paraguas, pedazos de periódico, estopa y papeles limpios. Papeles húmedos de acuarela y barniz yacen en el suelo junto a latas contenedoras de pinceles, brochas, lápices y marcadores de cera. Un lienzo de loneta recién clavado al bastidor está a punto de ser encolado; la mezcla de esencia de clavo y cola de conejo emana un aroma que tardará dos días en desaparecer.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)