Hoy encontré en el periódico un artículo muy efusivo acerca de una exposición-instalación que se encuentra en el Parque de La Fundidora, en Monterrey. Se trata de la simulación de 2 501 personas que a lo largo del tiempo han ido abandonando Teococuilco, un pueblo de Oaxaca, para buscar suerte en Estados Unidos.
La idea, al parecer, surgió cuando el autor de la obra (Alejandro Santiago, nativo de dicho pueblo) volvió de un largo viaje y no encontró a sus amigos ni familiares porque se habían ido a cruzar la frontera. Poco a poco fue averiguando y descubrió que en total, han sido 2 501 los habitantes de Teococuilco que han tomado el mismo rumbo.
Las figuras que representan a estas personas están hechas con barro y a tamaño natural; pero esta vez, la propuesta de Alejandro Santiago es que emprendan el camino de regreso a partir de este punto, en Monterrey, hasta el pueblo, para así suplir el vacío que ha dejado el mismo número de autoexiliados.
Las figuras que representan a estas personas están hechas con barro y a tamaño natural; pero esta vez, la propuesta de Alejandro Santiago es que emprendan el camino de regreso a partir de este punto, en Monterrey, hasta el pueblo, para así suplir el vacío que ha dejado el mismo número de autoexiliados.
Las fotos son parte del reportaje, si quieren leerlo: