Cómo va cambiando la vida, cómo cambia el sueño
transfigurado en realidad: cómo se vive dando vueltas a bordo de un tornamesa
que parece saltar de una pista a otra sin que un sonido específico alcance a
delinearse, sin que la aguja se salve del scrashhhhhh. Se puede tener una idea
de los momentos en que todo salta, todo brilla o todo se rompe, pero nunca se
sabe a ciencia cierta qué es lo que está sucediendo en el espacio al tener que
convivir con los otros asteroides dentro del mismo espacio.
Un humano es un humano mientras el giro en torno a sus
miedos se reduce a pequeñas escaladas de desasosiego volátil: la búsqueda
constante de ventanas a otras ventanas, de aberturas interdimensionales, de la
salida al otro lado que a su vez contiene salidas y entradas y laberintos y
acertijos. Un humano en busca de la escritura, entiende que de alguna forma la
literatura es como la muerte, esa muerte que se transforma en vida al
convertirse en todo lo que existe en este mundo y los otros mundos, esa muerte
que hace de la materia etérea que nos constituye, un viajero eterno,
interdimensional.
Sé muy bien que los destinos son humanos y que he de cumplir
con la parte humana que me corresponde: es inevitable y trabajo arduamente para
que todo quede bien hecho y culminado, para que quien lea mis diversas
extrapolaciones entienda por qué Iliana, por qué; por qué la búsqueda constante
de ventanas a otras ventanas, de aberturas interdimensionales, de la salida al
otro lado que a su vez contiene salidas y entradas y laberintos y acertijos. Sé
que mi naturaleza extraterrestre es incomprensible y que quizá sólo yo sé a qué
me refiero cuando afirmo con tanta certeza que así soy: eso soy: un ser
alienado llegado de algún asteroide errante, en busca de la palabra que
transforme en mundo todo lo que vive contenido en mí, y parte de ese mundo se
alimenta también con los brotes, los escondrijos, los hallazgos, los juegos de
luces, sombras y movimientos que existen de este otro lado del mundo: el mundo
inmediato, el mundo que avanza junto conmigo a cada paso.
1 comentario:
Usted siga escribiendo, compañerita, buscando ventanas, nunca deje de hacerlo.
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